La Armería

El edificio de la Armería alberga el Archivo Universitario del recinto de Río Piedras, y anteriormente fue la sede del Centro de Cómputos donde se almacenaban los datos digitales de la Universidad. Es una estructura que literalmente alberga la memoria del recinto, y también es una metáfora de su historia que sirve de hincapié para hablar de lo difícil que es recordar en Puerto Rico.

Antes de ser un archivo institucional, la Armería fue un archivo militar y colonial, la sede del ROTC y las Fuerzas Armadas en la Universidad de Puerto Rico. Escenario de americanización, indoctrinación, y militarización; de protesta, confrontación y pedradas; de molotoves, llamas, luchas estudiantiles y tragedias; y finalmente de preservación y recuerdo. La Armería es uno de los hogares principales de la memoria del recinto, un fragmento crucial para reclamar el derecho a recordar.

El plano original que desarrolló el Arq. Henry Klumb para el recinto en la década de 1940 buscaba eliminar varias estructuras de poco valor arquitectónico, incluyendo el edifico de la Armería, diseñada y construida por Eloy Ruiz a penas 10 años antes.^[1] Según Klumb, la arquitectura de Spanish Revival que había caracterizado el recinto hasta ese momento era incompatible con la realidad puertorriqueña:

“lt is all phony. There is no real architecture of the tropics or of Puerto Rico. Everything is bastard Spanish, which was never the heritage of more than 10 percent of the Puerto Ricans anyway. And the Spanish enclosed everything behind thick walls and grilles… Then you superimpose the Anglo-Saxon traditions on top of that, and you get the most wretched architectural results imaginable.”^[2]

Para Klumb, el problema con la Armería no solamente era un asunto estético sino también funcional; su diseño reflejaba la influencia del colonialismo y la colonialidad en la arquitectura puertorriqueña. Muchos miembros de la comunidad universitaria, particularmente los estudiantes, estaban de acuerdo que la Armería representaba una contradicción sociocultural, sin embargo, como veremos ahora, tenían razones muy distintas.

La Armería era la sede del ROTC en el recinto, unidad que comenzó a operar en la UPR en 1919 como requisito para recibir concesiones de terrenos bajo el programa federal de Land Grant College Act.^[3] Todos los estudiantes de los recintos de Río Piedras y Mayagüez estaban obligados a tomar los cursos del Programa de Ciencias Militares del ROTC, al que se le añadió Fuerza Aérea en 1952. Durante el año académico de 1960-1961 el programa se convirtió opcional, sin embargo, a partir de esta década es cuando más conflictos generó su presencia en el campus universitario, culminando con el asesinato de la estudiante Antonia Martínez en 1970.

Hay varios sucesos importantes que debemos discutir para entender esta tragedia histórica y cómo este edifico está al centro de estos conflictos.

1. Primero, en la década de 1960 la FUPI (Federación Universitaria Pro Independencia) y la FAU (Frente Anticomunista Universitario) protagonizaron una serie de luchas en el ámbito universitario. El 4 de mayo de 1967, la FUPI y la FAU se enfrentaron en una batalla de piquetes que resultó en la invasión del campo de atletismo (hoy día Bosque del Centenario) donde se estaba celebrando una ceremonia oficial del ROTC. 52 estudiantes fueron suspendidos.
2. El 26 de septiembre de 1969 estudiantes de la UPR le prendieron fuego a la Armería en una protesta en contra del ROTC y la Guerra de Vietnam.[4]
3. El 8 de noviembre se formó un motín en el recinto en contra del ROTC que dejó alrededor de 24 estudianets heridos en el hospital. Sin embargo el 21 de noviembre de 1969 el Consejo de Educación Superior (CES) votó a favor de la permanencia del ROTC en la Universidad de Puerto Rico.^[7]
4. Al siguiente año, el 4 de marzo de 1970, el Comité de Acción Femenina Universitaria (CAFU) lideró una marcha en contra del reclutamiento militar obligatorio, la Guerra de Vietnam, y la presencia del ROTC en el recinto. La ruta de la manifestación terminaría en el edifico donde se impartían los cursos de Ciencias Militares, conocido como la Armería. Las consignas incluían, “Jíbaros sí, ¡Yanquis no!” y algunos de los carteles decían “Si el ROTC no se va, lo volvemos a quemar,” aludiendo a los sucesos del año anterior.^[5] Cuando la manifestación se comenzó a tranquilizarse, un grupo de cadetes del ROTC salieron de la Armería gritando consignas a favor del ROTC y en contra de la FUPI quienes eran los coauspiciadores del evento. Ahí comenzó la pedrada, salió la guardia universitaria y los estudiantes echaron a correr. Unas horas después llegó un Chevrolet rojo a la Armería con cocteles molotov y los manifestantes comenzaron a lanzarlos a la Armería, logrando prenderla en fuego nuevamente. La estudiante Antonia Pantoja fue una de estas estudiantes que salió corriendo hacia el casco urbano de Río Piedras, logrando refugiarse en un apartamento. Asomada por el balcón, Antonia recibió un disparo de un policía que la dejó sin vida.
5. Un año más tarde, el 10 de marzo de 1971, un estudiante y un cadete del ROTC tuvieron una discusión sobre la pelea de boxeo de Muhammad Ali y Joe Frazier. El cadete criticaba a Ali por ser antiamericano y el debate culminó en una pelea a puños. Al día siguiente, el cadete entró al Centro Universitario junto a sus compañeros del ROTC y se formó un motín. La guardia universitaria y la fuerza de choque de la policía intervinieron y al finalizar el conflicto, un cadete, un policía, y el Jefe de la Fuerza de Choques de la Policía de Puerto Rico terminaron muertos.^[6]

Antonia no ha sido olvidada. Hay una placa en el edificio donde falleció, hoy día la librería Norberto González cuya editorial, Publicaciones Gaviota, publicó un libro sobre Antonia en el 2019. Antonia ha sido inmortalizada en la música también con canciones de Roy Brown y Andrés Jiménez. Su trágica muerte sigue siendo un recuerdo de las fuerzas represivas del estado y de la importante amenaza que representa la lucha estudiantil para el pueblo puertorriqueño.

El edifico de la Armería, Ciencias Militares, Centro de Cómputos, y Archivo Universitario ha sido escenario de sucesos importantes en la historia de la universidad y de Puerto Rico. En el pasado, el edificio protegía armamentos y saberes militares; en el presente, protege sus memoria, las oscuras y las bonitas. Sus archiveras, Aida Irizarry y Joely Alvarado, se dedican a preservar la memoria del recinto en un edificio deteriorado, en un campus en proceso de arruinamiento, y en un país eternamente en crisis. Recientemente les notificaron que se estarían mudando al edifico de la Lázaro, edificio que no cuenta con generadores en casO de que ocurra un apagón. El archivo del recinto, la cual aún no ha sido digitalizado, estaría en peligro de perderse. La preservación y el acceso a archivos institucionales como el del Departamento de Instrucción Pública, el Instituto de Cultura, y la Universidad de Puerto Rico son cruciales para entender la historia de Puerto Rico, y las maneras que el colonialismo y la colonialidad influyen en su historia.

^[1] Moreno, M. L. (2000). La arquitectura de la Universidad de Puerto Rico: Recinto de Río Piedras. Editorial de la Universidad de Puerto Rico. p. 103.

^[2] Ibid, p. 112.

^[3] ROTC Antilles Department / Creación (1918). Archivo Universitario.

^[4] Sánchez Martínez, H. (2019). Antonia: Tu nombre es una historia. Publicaciones Gaviota.

^[5] Ibid.

^[6] Nieves Falcón. L., García Rodríguez, P. y Ojeda-Reyes, F. (1971). Puerto Rico, grito y mordaza. Librería Internacional.

^[7] Castillo, J. C. (2015). Las huelgas estudiantiles de la UPR, aquellas que se repiten y continúan (Parte I). UPR Diálogo. https://dialogo.upr.edu/las-huelgas-estudiantiles-de-la-upr-aquellas-que-se-repiten-y-continuan-parte-i/