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Los Estadounidenses y el Holocausto Exposición Audio Tour

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Una pequeña cantidad de estadounidenses estaban decididos a ayudar a los judíos que buscaban ponerse a salvo de la persecución nazi. Algunos estaban motivados por convicciones religiosas; otros simplemente creían que estaban haciendo lo correcto. Aunque sus esfuerzos no siempre tuvieron éxito, estos estadounidenses ayudaron a miles de judíos a sobrevivir al Holocausto.


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Una pequeña cantidad de estadounidenses estaban decididos a ayudar a los judíos que buscaban ponerse a salvo de la persecución nazi. Algunos estaban motivados por convicciones religiosas; otros simplemente creían que estaban haciendo lo correcto. Aunque sus esfuerzos no siempre tuvieron éxito, estos estadounidenses ayudaron a miles de judíos a sobrevivir al Holocausto.

MARIANNE WINTER Y JANE BOMBERGER

AMIGAS POR CORRESPONDENCIA

Marianne Winter, una niña de 14 años de Viena, se volvió amiga por correspondencia de Jane Bomberger, una niña no judía de Reading, Pennsylvania, en 1935. Tres años después, la Alemania nazi invadió Austria y la familia Winter intentó desesperadamente salir del país, pero no tenían ningún familiar estadounidense que pudiera patrocinarlos. Aunque las jóvenes nunca se habían conocido en persona y los Bomberger no eran ricos, el padre de Jane, Joseph Bomberger, aceptó apoyar económicamente a Marianne, a sus padres y a su hermano menor Stefan.

A pesar de la generosidad de Joseph Bomberger, los Winter enfrentaron grandes dificultades para obtener visas de inmigrantes. Finalmente llegaron a Pennsylvania en 1939 y vivieron con los Bomberger antes de establecerse por su cuenta.

“No podíamos creer que hubiera personas así, que en realidad fueran tan amables como para ayudarnos”.

—Marianne Winter, 1938

GILBERT Y ELEANOR KRAUS

UNA PAREJA, 50 NIÑOS

En 1939, Gilbert Kraus, un abogado de Philadelphia, se ofreció a ir a la Alemania nazi, a petición de una organización judía local, para rescatar a 50 niños judíos. Él y su esposa Eleanor convencieron a muchos amigos para que presentaran declaraciones juradas de apoyo económico para los niños y solicitaron la cooperación de los funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. en Washington, DC y en Berlín.

Después de entrevistar a muchas familias en Viena, los Kraus y Robert Schless, un pediatra de Philadelphia que los acompañó, eligieron a 50 niños de entre 5 y 14 años. Sus familias también querían salir de Europa, pero al aumentar los obstáculos, los padres tomaron la difícil decisión de enviar a sus hijos a Estados Unidos con extraños.

Los 50 niños llegaron a Nueva York el 3 de junio de 1939, y posteriormente se reunieron con sus familiares o fueron colocados con familias de acogida.

“Fue como si nos hubiéramos metido en un bote salvavidas en medio de un mar muy turbulento, y hubiera cientos de personas haciendo fila y cada padre pareciera decirnos: ‘Mira, sí, libremente, con gusto, llévate a mi hijo a un puerto más seguro’”. ―Eleanor Kraus, memoria sin fecha

FRANZ GOLDBERGER Y HELEN ROSELAND

EN AYUDA DE UN DESCONOCIDO

Franz Goldberger, de Viena, fue despedido de su empleo como profesor en 1938 por ser judío. Goldberger esperaba emigrar a Estados Unidos, pero no conocía a ningún ciudadano estadounidense que se comprometiera a apoyarlo económicamente. Así que comenzó a escribirles a completos desconocidos suplicando ayuda; encontraba sus nombres buscando en guías telefónicas y directorios de organizaciones.

Una de esas cartas llegó a Helen Roseland, empleada de correos de Eagle Grove, Iowa, que aceptó patrocinar a Goldberger. Buscó asesoramiento en un albergue de refugiados cercano, administrado por el American Friends Service Committee (Comité de Servicio de los Amigos Estadounidenses), una organización cuáquera. Aunque no tenía ahorros personales, pidió prestados $425 dólares (equivalentes a $7,000 dólares actuales) al banco y a unos amigos para comprar un boleto de barco para Goldberger. A pesar de los esfuerzos de Roseland, Goldberger quedó atrapado en el territorio nazi. Murió en 1942 en Majdanek, un campo de concentración en la Polonia ocupada por los nazis.

“¿Tiene alguna forma de saber qué fue de Goldberger? Estoy rezando para que sobreviva a esta terrible experiencia… Todo esto es muy triste”. ―Helen Roseland, 1942

United States Holocaust Memorial Museum. Accessed January 5th, 2023. https://www.ushmm.org/.

American Library Association. Accessed January 5th, 2023. https://www.ala.org/.